Compliance y la Estrategia de Negocio
El Compliance nos permite analizar y controlar los riesgos legales en cada una de las áreas de negocios de la empresa, y nos ayuda a establecer procedimientos sencillos que aseguren que hacemos aquello que verdaderamente queremos hacer y que nuestro progreso y nuestra continuidad empresarial no van a ser puestos en peligro por actuaciones fuera de nuestro control que incumplan la normativa.
Las empresas suelen disponer de sistemas de calidad tipo “ISO” que aseguran el cumplimiento con la normativa aplicable al objeto social de la empresa y con los compromisos con los clientes y otros grupos de interés
Un “Plan de Cumplimiento” es el conjunto de procesos empresariales que nos permite alcanzar los objetivos de negocio con la seguridad de cumplir con los requerimientos que, de forma voluntaria (Código Ético) u obligatoria (mapa regulatorio externo) nos sean de aplicación. Dichos procesos quedarían plasmados en un formato ISO y serían por tanto, medibles, auditables, mejorables e integrables en los sistemas ISO preexistentes.
El Plan de Cumplimiento puede ser global o referirse únicamente a determinados riesgos legales considerados cruciales a corto plazo por la empresa.
Teniendo en cuenta lo anterior, no hablamos de nada nuevo, sino de algo que, intencionadamente o por “hábito” hacemos cada día:
¿Me interesa este cliente? ¿…aquél proveedor?, ¿tengo buena imagen ante las autoridades?, ¿…y ante los grupos de presión, ecologistas, sindicatos, bancos, competidores, etc…?, ¿Estoy seguro de controlar todos los requerimientos que me exige mi negocio?, ¿Se que todos mis empleados van a cumplir también con ello?
Por tanto, un Plan de Cumplimiento no debe contemplarse únicamente como algo pasivo que nos defiende de errores en nuestra actividad, sino como algo que nos ayuda e impulsa a desarrollar estrategias de negocio que, de otro modo, serían descartadas por puro desconocimiento del peligro que se tenga que afrontar.